Luego de 37 años de haberse dado a conocer a nivel mundial el primer caso por vih y sida, sigue siendo patente la realidad de una sociedad que estigmatiza y discrimina a las personas diagnosticadas. muchas personas que viven y conviven con esta infección se han visto afectadas en su zona persona no solo por la acción de este virus, sino, sobretodo a causa del imaginario social que se fue construyendo al rededor del mismo. una infección que como "castigo divino" aflige a las personas o poblaciones que no se comportaron según los parámetros de la moral. se ha dicho con frecuencia en muchos ámbitos sociales y eclesiales, que aquellas personas que viven con VIH y sida, son las únicas responsables de haberse infectado y por eso deberían tener vergüenza y arrepentirse de su "Comportamiento inmoral". estos comentarios cobran especial relevancia cuando se constata por el programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH -sida (ONUSIDA) que el mecanismo de transmisión mas frecuente del VIH es el sexual.
En consonancia con la anterior, se denota una concepción de la "moral", y su relación con el binomio pecado - gracia, vista bajo la lógica de retribución. Así, si no estas dentro de los parámetros que exigen un determinado comportamiento comunitario sexual y/o una identidad de género diferente a la normativa o institucionalizada. por tanto el VIH y sida se convierten en esa "peste" que Dios ha enviado a aquellos que se han atrevido a cruzar el umbral de lo sexual, social y religiosamente permitido. entonces se valida en adagio popular : "¡Eso le pasa por calabaza!".La verdad es que esta manera de tratar a las personas que viven y conviven con VIH solo ha motivado culpa, vergüenza, silencio y un aumento de las practicas de riesgo que a su ves sigue redundando en un aumento en la pre valencia de esta infección. hoy se ve con sospecha que la tendencia neo conservadora a nivel mundial unido a un aumento en la brecha social hambre y pobreza,entre otros importantes factores, se convierte en caldo de cultivo de un preocupante aumento en la infección por VIH.
Frente a esta realidad, un grupo de teólogos cristianos de diferentes iglesias (Luterana, presbiteriana, católica y menonita) en Colombia se reunieron con el fin de reflexionar y trabajar en la erradicación del estigma y la discriminación asociados al VIH y sida. Para ese momento ONUSIDA ya había creado un marco de acción para las organizaciones basadas en fe (OBFs) que trabajaran en este asunto. Para este año se cuenta con al rededor de 10 iglesias inscritas en 2 nodos (Bogotá - Medellín) y, próximamente en un tercero que se trabajaría en la ciudad de Bucaramanga.
Finalmente este blog persigue dar razon de nuestra fe frente al reto de la exclusión. Ser un muro de voz que sirva a todo aquel que se quiera expresar frente al tema de la marginación o discriminación. Frente a esto, la espiritualidad samaritana ha sido un fuerte aliciente para asumir este compromiso de amor. Solo, el señor de la vida, el buen samaritano, ha sido quien nos motiva a asumir el riesgo de acoger a tantos y tantas apaleadas y apaleados en el camino que han sido excluidas y excluidos. S e ha asumido el reto de Evangelio de la alegría para que "tengan vida en abundancia" (Jn 10,10).
Aquí estamos y queremos contar con el apoyo espiritual y sincero de cada una y uno de ustedes.
Bendiciones y comencemos a "remar mar adentro"
Rene Alexis Rey Luengas, cjm
Coordinador Nacional Red OBFs.
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